Ciudadelas perdidas: La Congona de Leymebamba
Los lugareños llaman congona a una planta carnosa que se utiliza contra la pena. Después de pasarte el vegetal, las tristezas y melancolías que inundan al ser humano desaparecen, dejando una mente limpia y liberada ante la realidad. La abundancia de estas plantas en torno a este imponente sitio arqueológico, que permanece oculto entre la vegetación, es lo que hizo que recibiese tal nombre.
La experiencia en La Congona te evoca, de alguna manera, a la imagen prototípica del arqueólogo aventurero y explorador, de aquel que recorre montañas y junglas buscando la piedra filosofal, el ídolo de oro o el Paititi. Hay que abrirse paso entre orquídeas, arbustos y bromelias para llegar a alguna de las 80 construcciones que posee el sitio en sus dos hectáreas de extensión. Hay que recorrer pasadizos, entrar a cuartos misteriosos, descubrir los característicos frisos Chachapoya –el rombo, el zigzag y el escalonado– bajo los musgos y los helechos. Y hay que asomarse a los extremos de la ciudadela para, con una vista de 360 grados, admirarse de la capacidad humana de hacer obras de esta envergadura en los sitios más aislados, recónditos y difíciles del territorio.
La cultura Chachapoya dominó como nadie las fabulosas selvas de parte del departamento de Amazonas entre los siglos XII y XV de nuestra era. Especialistas en construcciones en piedra en las partes más elevadas de las montañas, destacaron también por su cosmovisión reflejada en los sarcófagos que resisten siglos en las paredes verticales del territorio.
La Congona forma parte de un paisaje cultural mucho mayor que incluye a la ciudad de Leymebamba, los sitios arqueológicos de Las Palmas, Cataneo y Molinete, un puquio o fuente de agua ubicado muy cerca, y los accidentes geográficos definidos por el río Utcubamba y las montañas que la rodean. Está ubicada en una zona productiva con accesibilidad relativamente cercana al agua, y sus construcciones, levantadas en la cima de una montaña, tienen planta circular y rectangular. Para llegar es necesario hacer una caminata de unas 3 horas o su equivalente a caballo, opción que aportan algunos guías ubicados en Leymebamba. Una vez arriba, las penas de la caminata desaparecen por arte de magia.
Ficha técnica
- Señalización: no.
- Ubicación: Leymebamba.
- Acceso: En Pedro Ruiz (km 295 de la IIRSA Norte) se toma el desvío a Chachapoyas y Leymebamba.
- Altitud: 2,836 msnm.
- Servicios de alojamiento: no (en Leymebamba).
- Servicios de alimentación: no (en Leymebamba).
- Servicios de guiado: sí.
- Contacto: Onésimo Silva (T. 941869568) y Azelita Portal (971118273 – 957627124).
- Departamento: Amazonas.
- Tips:
- Calzado y ropa cómoda.
- Gorra para el sol, bloqueador y lentes.
- Agua y snack.
- Después del recorrido visitar el Museo de Leymebamba y tomar un café en Kentikafé (ubicado al frente del Museo).