Área de Conservación Regional Cordillera Escalera
Tarapoto es una ciudad con alma joven y cosmopolita. Está rodeada de varios valles, como el que nos lleva a Lamas, el de Chazuta, más estrecho y boscoso, y el de Cumbaza, el más exuberante gracias a un Área de Conservación Regional que es compartida por San Martín y Loreto: Cordillera Escalera.
Este lugar posee una geografía muy accidentada de donde nacen los ríos que alimentan las poblaciones que se encuentran más abajo. En la parte alta vive una comunidad, Julián Pampa, dedicada a la agricultura, el ecoturismo y la práctica de la ingesta de plantas maestras. En esta comunidad se encuentran los primeros moradores que llegaron al lugar hacia 1979. La cordillera establece los límites entre los últimos contrafuertes de los Andes y los grandes llanos amazónicos que empiezan a transitarse a medida que nos dirigimos hacia Yurimaguas. Esta geografía es la que favorece la gran diversidad de plantas y animales que conserva el lugar.
Su territorio tiene una personalidad definida por caídas de agua, paredes verticales cubiertas de vegetación, varias especies de ranas venenosas de gran belleza, osos de anteojos y gallitos de las rocas, y el río Shilcayo. Es una zona tan especial que conserva muchos endemismos, como la tortuga negra o la tangara del Huallaga, además de 30 anfibios y 10 reptiles exclusivos del sitio. También hay pumas, venados, otorongos, osos hormigueros y una larga lista de plantas y animales, coexistiendo especies de la sierra y las selvas alta y baja en ambientes muy húmedos.
Algunos operaciones ofrecen experiencias de inmersión en esta área protegida que incluyen caminatas, campamentos, observación de las ranas venenosas, algunas de ellos son los animales más tóxicos del planeta, y campamentos al aire libre. Estos operadores se encargan de la logística necesaria para vivir una de las mejores experiencias que se pueden hacer en Tarapoto.
- Ficha técnica
- Señalización: no.
- Ubicación: Tarapoto. Kilómetro 580 de la IIRSA Norte.
- Acceso: de la ciudad se llega en 15 minutos en mototaxi a la entrada del área protegida..
- Duración de la experiencia: 2 días.
- Servicios de alojamiento: no.
- Servicios de alimentación: no.
- Servicios de guiado: sí.
- Ingreso: 3 soles locales, 6 soles nacionales e internacionales 10 soles. Guía: 50 soles/día.
- Tip:
- Visitar acompañado las experiencias de rescate de fauna silvestre que realiza CERELIAS.
- Llegar a la comunidad Julián Pampa ubicada en la parte alta del área protegida.
- Departamento: San Martín y Loreto.
- Más información:
- Contacto: asociacionflorayfauna@gmail.com / T. (042) 532063 / 942986954 / 942902852
- CERELIAS: www.cereliasperu.com
Territorios Vegetales
Varios de los mejores viveros de orquídeas que hay en Moyobamba son fruto de la pasión familiar, de personas que a lo largo de varias generaciones han ido cuidando, propagando y sembrando plantas de diferentes especies, sobre todo orquídeas. Esta pasión por el mundo de las plantas se ha ido transformando en modernos viveros donde se comercializan miles de especies diferentes que llegan a todo el mundo. Moyobamba es un paraíso para los amantes de las orquídeas, por ello el símbolo de esta antigua ciudad es una de ellas: la Cattleya rex, también llamada Golondrina, que tiene una escultura en la ciudad.
La familia de estas plantas es la más numerosa en el reino vegetal. En Perú existen identificadas unas 3,000 especies aunque los estudiosos consideran que puede haber muchas más. Se les ubica principalmente en el bosque de nubes, la franja oriental comprendida entre los 500 y 3,500 metros de altura, floreciendo la mayoría de ellas entre noviembre y abril. También existen unos ejemplares diminutos que viven en las pampas del Ausangate, a más de 4,800 metros de altura, y que es la orquídea que habita a mayor altitud en el mundo. La mayoría son epífitas, es decir, usan de otras plantas para apoyarse aunque no son parásitas de ellas, y también hay algunas especies que nacen directamente del suelo. Son polinizadas por insectos, colibríes y murciélagos.
Karol Villena dirige, junto a su hermano Milton, el vivero Agro Oriente en Moyobamba. Ella es bióloga y él ingeniero industrial y poseen uno de los bancos de germoplasma de orquídeas más grande del país. En su vivero se puede encontrar de todo entre las 200 mil plantas que poseen. De ellas hay más de mil especies de orquídeas de las que 700 son nativas de Perú y 300 vienen de otros países, y 1,500 especies de otras plantas, destacando los helechos, las bromelias, las heliconias y las plantas carnívoras.
Agro Oriente ha participado en varios eventos de orquídeas celebrados en el mismo Moyobamba, en Lima, EE.UU., Italia, Austria, Alemania, Venezuela y Japón, y forma parte de la Asociación de Cultivadores de Orquídeas del Alto Mayo que agrupa a distintos viveros de la región.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Moyobamba. Kilómetro 498 de la IIRSA Norte.
- Acceso: los viveros se encuentra en la ciudad y se puede acceder a ellos en auto o en mototaxi.
- Duración de la experiencia: 2 horas.
- Servicios de alojamiento: sí.
- Servicios de alimentación: sí.
- Servicios de guiado: sí.
- Ingreso: 3 soles (con guía: 5 soles).
- De lunes a sábado de 8 am a 6 pm.
- Domingos de 9 am a 6 pm.
- Tip:
- En Agro Oriente hay servicio de snacks.
- El Festival de la Orquídea de Moyobamba se celebra la última semana de octubre.
- Departamento: San Martín.
- Más información:
- Agro Oriente: www.orquideasamazonicas.com
- Waqanqi Center. www.waqanki.com
MUSEO DE LEYMEBAMBA ES PARTE DE LA RUTA VIVA DEL NORTE
El Museo de Leymebamba, en la región Amazonas, es uno de los más impresionantes que tiene el país. Inaugurado en el año 2000, entre muchas representaciones culturales de nuestros antepasados, alberga las 219 momias y sus ofrendas funerarias recuperadas de la Laguna de los Cóndores, ubicada en esa región, en 1997.
La Asociación Museo Leymebamba, compuesta por los vecinos de la localidad, junto a los integrantes del Centro Mallqui, son quienes tienen a su cargo el cuidado y la conservación de todo el material arqueológico que hay en el museo. Tres salas hechas con la tecnología constructiva y materiales de la zona nos permiten conocer la grandeza de la cultura Chachapoya, una de las últimas en ser conquistada por los incas.
Una mención especial merece la bóveda de conservación de las momias, un ambiente en el cual trabajaron ingenieros, arqueólogos y otros especialistas quienes estudiaron y monitorearon el lugar donde los fardos estuvieron durante miles de años, para recrear el clima que permite preservar todos los restos y exponerlos al público sin dañarlos.
El museo y la localidad de Leymebamba, son uno de los principales atractivos turísticos del norte del país y ahora tendrán también la oportunidad de compartir con sus visitantes detalles de las personas, y de la flora y fauna de la zona pues recibieron los libros Culturas Vivas y Naturaleza del proyecto editorial RUTA VIVA.
Emperatriz Alvarado, directora del museo, agradeció la donación de estos volúmenes destacando su importancia pues “a veces los peruanos no conocemos lo que tenemos y estos libros nos permitirán dar más información a nuestros visitantes”.
Jose Trauco, Director de Cultura de Amazonas, resaltó que en el 2015 el museo recibió cerca de 11 mil visitantes y este año se espera un número mayor, por lo que contar con estos libros es de suma importancia para que el turista pueda tener una visión completa de la región.
RUTA VIVA es el proyecto editorial de la Concesionaria IIRSA Norte a través del cual se busca difundir y promover la valoración de la diversidad cultural, biológica, paisajística y gastronómica de las seis regiones que son recorridas por la carretera IIRSA Norte, entre ellas, Amazonas. Jannet Benavides, Gerente de Responsabilidad Social Corporativa, Imagen y Comunicación de la Concesionaria estuvo a cargo de la entrega de los libros y señaló que para la empresa es de gran satisfacción “contribuir con este granito de arena para que se conozca, y sobre todo se valoren los recursos que ofrecen la regiones del norte del país”.
DESCUBRIENDO EL VALLE ALTO DEL UTCUBAMBA
Amazonas es una de las más mágicas y enigmáticas regiones que tiene el Perú. Durante muchos años tuvo sus encantos naturales y arqueológicos ocultos a los ojos del mundo, pero, poco a poco, la existencia de mejores vías de comunicación hacen que vayamos descubriendo un lugar de vida y paisajes increíbles, que dejan maravillados a todos aquellos que tienen la suerte de conocerlos.
Kuelap, Leymebamba, Gocta, Karajía, Revash son algunos de los nombres de lugares que hoy tienen una gran afluencia turística no solo de peruanos sino también de muchos extranjeros que tienen estos puntos ya establecidos como “sitios a visitar en Perú” dentro de sus planes de viaje.
Llegar a estos importantes sitios implica recorrer caminos rodeados de una increíble belleza natural, paisajes impactantes, únicos, que por si solos generan una especial expectativa para los visitantes. Se puede apreciar una gran cantidad de flora y fauna, que convive en armonía con las poblaciones que han tenido especial cuidado en protegerla a través de miles de años (hoy en día se tienen más de 120 mil hectáreas de bosques protegidos por ciudadanos a través de áreas de conservación privada, además de las importantes áreas naturales protegidas por el Estado como el Parque Nacional Ichigkat Muja-Cordillera del Cóndor y el Santuario Nacional Cordillera de Colán, entre otros), y cada vez tienen más oportunidad de compartir esa riqueza con el mundo.
Sin embargo, las oportunidades que representa el crecimiento del turismo podrán ser mejor aprovechadas si también se fortalecen e integran estrategias de conservación de los recursos culturales. Consciente de esta situación la Dirección de Paisaje Cultural del Ministerio de Cultura tomó la decisión de impulsar la conservación de la riqueza cultural del Valle alto del Utcubama sea través de la gestión del reconocimiento del territorio como Patrimonio Cultural de la Nación. Como una de las acciones para alcanzar esta meta se realiza la exposición “Valle alto del Utcubamba: Kuelap, 1500 años de ocupación Chachapoya”, donde se muestran telares, alfarería y sobre todo fotografías que representan la belleza y las bondades de esta zona que concita la atención de cada vez más visitantes. Lograr que este territorio sea declarado como Patrimonio Cultural es parte de la estrategia del Ministerio de Cultura para el ordenamiento y la conservación del Valle.
La exposición itinerante, que tiene el auspicio de empresas del sector privado, como la Concesionaria IIRSA Norte, viene siendo presentada desde el año 2015 en distintos escenarios, como el Museo de la Nación, contribuyendo a que gran cantidad de personas conozcan el valor de esta zona de la región Amazonas. Actualmente se encuentra en el Centro de Interpretación de la Fortaleza de Kuelap, donde estará a disposición del público hasta el 30 de Octubre. Se calcula que hasta esa fecha unos 3,500 alumnos de distintos centros educativos apreciaran la muestra, además de los turistas nacionales y extranjeros que diariamente visitan los restos arqueológicos. En lo que va del año, la Fortaleza ha recibido la visita de cerca de 35 mil turistas, 70 por ciento de los cuales son peruanos, cifra que se convierte en un record en esta zona del país.
El impresionante Valle alto del Utcubama los espera con una propuesta que espera motivarlos a que visiten y conozcan una región y una cultura que en parte siguen siendo un gran misterio.
La Catarata Gocta
El nombre Gocta tiene varias interpretaciones. Para algunos es el sonido que produce el mono Choro Cola Amarilla que vive en los exuberantes bosques que rodean a la catarata. Para otros es la onomatopeya del ruido de las gotas en su choque con la piedra que forman las paredes por donde transcurre el agua. Los lugareños le llama La Chorrera y todos están de acuerdo en que, con sus 771 metros divididos en dos secciones, es una de las cataratas más altas del mundo.
Existen dos formas de llegar a ella. La más socorrida es la que sale de la localidad de Cocachimba y que llega, tras una caminata de unas dos horas y media por el bosque de nubes, hasta la base de la catarata. La otra nace en la comunidad de San Pablo de Valera y recorre la parte alta en aproximadamente el mismo tiempo. En este caso el caminante puede observar los asombrosos paisajes del valle en su ruta hasta la base de la primera caída de agua.
Gocta nace con la unión de tres ríos: Shique, Zuta y Upa, y está formada por dos tramos de agua, el primero tiene 231 metros y termina en un bosque de helechos gigantes. El segundo tiene 540 metros y finaliza en una gran poza donde los viajeros pueden bañarse.
El viaje a Gocta ofrece la oportunidad de descubrir la compleja diversidad del bosque de nubes de la mano de sus pobladores locales. El viajero podrá ver muchas especies de orquídeas, palmeras, helechos y musgos, además de más de 100 especies de aves, destacando los colibríes, como el Cola de Espátula, y los Gallitos de las Rocas cuya observación mayormente se da al final de la tarde. De diciembre a abril, durante la temporada de lluvias, se forman varias decenas de cataratas a lo largo del valle, creando un espectáculo único. Finalmente, en la ruta que nace en San Pablo es posible contemplar varias pinturas rupestres en las paredes de los cerros.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Amazonas. Altura del kilómetro 294 (Pedro Ruiz) de la IIRSA Norte.
- Acceso: desde Pedro Ruiz se recorren 17 kilómetros hasta Cocachimba o San Pablo de Valera.
- Distancia de San Pablo a la primera caída: 5.9 km / 2.5 horas.
- Distancia de Cocachimba a la segunda caída: 5.5 km / 2.5 horas.
- Distancia del circuito completo: 15.2 km / 8 horas.
- Duración de la experiencia: día completo.
- Servicios de alojamiento: sí.
- Servicios de alimentación: sí.
- Servicios de guiado: sí.
- Ingreso: 10 soles (menores de 8 a 18 años: 5 soles).
- Tip: se ofrecen alquiler de botas y ponchos. Hay servicio de caballos (30 soles) y guías locales (30soles).
- Departamento: Amazonas.
TINGANA, SELVA MÁGICA Y DE MINIATURA
Mágica porque está formada de árboles renacos cuyas ramas, tallos y raíces se multiplican incansablemente cubiertas de musgos y helechos, creando así un bosque intrincado y un paisaje que pareciera hechizado. De miniatura porque el río por el que se navega, el Avisado, es tan estrecho que se pueden tocar ambas orillas a la vez con los brazos extendidos. Además, el albergue que levantaron las siete familias que viven en esta reserva es pequeño, formado por dos cómodos bungalows de madera, dos cabañas en las copas de los árboles, la cocina comedor y un diminuto negocio donde ofrecen las artesanías que elaboran. Pero la experiencia que se vive en Tingana es grande e inolvidable.
Las familias, antiguos cazadores, decidieron dejar sus hábitos depredadores para cuidar un tipo de bosque muy especial que hay en la Amazonía, el ecosistema inundable formado por las enormes palmeras aguajes y dos especies de renacos. De las primeras, usadas por los guacamayos para hacer sus nidos, se obtiene un fruto muy apreciado en la selva, y de los segundos medicina natural para el cuerpo y el alma. El área que conservan los Cabreras e Isuizas, que llegaron a este lugar hace 80 años buscando nuevos sitios para sembrar, supera las 3,500 hectáreas.
En las excursiones que ofrecen por el río Avisado o por las trochas colindantes al albergue se puede observar una gran diversidad de fauna: perezosos, tucanes, manacaracos, osos hormigueros, erizos, coatíes, lobos de río y varias especies de monos, como el negro, el pichico, el machín, el cotomono y el fraile. Además se aprecian orquídeas, bromelias y una gran diversidad de helechos.
El lugar se puede visitar por unas horas o quedarse varios días. Lo más recomendable es organizar el viaje entre mayo y diciembre, antes de la época de lluvias donde todo se cubre de agua. Durante la visita se puede nadar y pescar en el río, pernoctar en las copas de los árboles, recorrer las chacras y probar sus frutos, aprender cocina amazónica y, quizá lo más atractivo de este gran destino, comprender el funcionamiento de las selvas desde la experiencia de vida y las cosmovisiones de estas acogedoras familias.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Paquetes recomendados: 3 días / 2 noches o 2 días / 1 noche (la Asociación se encargada de toda la logística).
- Ubicación: Moyobamba. Kilómetro 498 de la IIRSA Norte.
- Acceso: desde Moyobamba se viaje en auto (30 minutos) hasta el puerto Yantalo sobre el río Mayo. Después se navega (1 hora) por este río y por el Avisado hasta llegar a la Reserva
- Ecológica Tingana.
- Servicios de alojamiento: sí.
- Servicios de alimentación: sí.
- Servicios de guiado: sí.
- ¿Qué llevar?:
- Binoculares.
- Linterna.
- Mochila pequeña para las excursiones diarias.
- Repelente.
- Bloqueador solar.
- Ropa de baño.
- Ropa para caminatas.
- Departamento: San Martín.
- Más información: www.tingana.org / Dino Cabrera: T. 952042219.
LA CATARATA EN EL CORAZÓN DE CUMBAZA
Antiguamente, dice una leyenda que circula en el valle del río Cumbaza, vivían muchos guacamayos en torno a una de las cataratas más bellas que hay en los alrededores de Tarapoto. Estos animales se alimentaban de los frutos de las palmeras que viven en las paredes de piedra de la caída de agua, y llenaban el espacio con sus estridentes gritos. Uno de ellos murió mientras volaba, dicen que era el más hermoso, y cuando caía, su cuerpo y sus alas de colores se fueron transformando hasta convertirse en esta catarata. De ahí viene su nombre: Huacamaillo.
Se encuentra a unas dos horas de paseo suave de la localidad de San Antonio de Cumbaza. La caminata se realiza junto a la orilla del cauce fluvial y en tres ocasiones se tiene que cruzar el río Cumbaza. Durante el paseo se pueden observar chacras de cultivo, mariposas de colores, monos de bolsillo, orquídeas y bromelias, y ficus estranguladores envolviendo con su tallo y sus ramas el árbol que han elegido como víctima.
La distancia a la que se encuentra la catarata hace que sea un lugar poco frecuentado, ideal para ir con niños y amigos. La ausencia de servicios en el sitio hace recomendable viajar con agua y algún snack para el camino y para después del baño. Son 20 metros de caída de agua que forman una excelente piscina natural, el lugar donde los visitantes chapotean y nadan. Esta piscina tiene unos 2 metros de profundidad y 25 metros de diámetro, haciendo de este lugar uno de los destinos más interesantes que hay cerca de Tarapoto y una excelente ocasión para recorrer y conocer la selva de San Martín.
Ficha técnica
- Señalización: no.
- Ingreso: 3 soles (horario del puesto de control: 8 am a 3 pm).
- Ubicación: Tarapoto. Kilómetro 580 de la IIRSA Norte.
- Acceso: desde Tarapoto a San Antonio de Cumbaza son 20 minutos en auto por una pista en excelente estado (el desvío para tomar esta pista se encuentra en la misma IIRSA Norte). Desde
- San Antonio se caminan unas dos horas hasta llegar a Huacamaillo.
- Servicios de alojamiento: no.
- Servicios de alimentación: no.
- Servicios de guiado: contratar en las agencias de Tarapoto o en el hotel ‘La casa de Manolo’ en
- San Antonio de Cumbaza.
- Departamento: San Martín.
LA LAGUNA BURLAN
Los lugareños cuentan dos historias sobre el origen de esta hermosa laguna ubicada a pocos minutos de Bagua Grande. Una de ellas remite a tiempos míticos, en los que los habitantes de una enorme ciudad vivían sin códigos morales de ningún tipo y llenos de vicios. Un día, un anciano llegó al sitio solicitando agua para beber a varios de sus pobladores. Estos, riéndose del octogenario, lo sacaron de la localidad con malos modos. Entonces este hombre, mientras se alejaba solitario, lanzó una maldición por la que la ciudad se inundó ahogando a todos sus habitantes y formando la laguna que conocemos ahora. El anciano no era sino el apóstol Santiago que es el actual patrón de Bagua Grande.
Alcides Chacón, presidente de la Asociación de Agricultores Ecoturismo Laguna de Burlán, cuenta más bien que hace unos 15 años la laguna tenía una superficie como de un campo de fútbol profesional, es decir, más o menos una hectárea. En el 2003, como consecuencia de unas lluvias torrenciales, las pampas que rodeaban a Burlán se llenaron de agua. Después, en el 2005, recuerda Alcides, ‘hubo una gran explosión en la laguna, los animales gritaban y pensábamos que una enorme roca había rodado desde los cerros’. A partir de entonces, el lago no dejó de crecer hasta ocupar las 50 hectáreas y los 12 metros de profundidad que tiene ahora.
Burlán es un excelente destino para el esparcimiento de las familias de los alrededores y de los viajeros que recorren la IIRSA Norte. Cuenta con espacios donde acampar, la asociación dispone de botes para recorrer, a remo o a motor, el espejo de agua, hay rutas de caminata donde se contempla la variada naturaleza circundante pudiendo apreciar incluso hasta venados, y también se puede nadar en sus tranquilas aguas. Algunas personas llegan para pescar tilapias, carachamas, plateados y los corontillos que viven en la laguna, y otros a observar las varias docenas de especies de aves que vuelan libres por los alrededores.
Ficha técnica
- Señalización: no.
- Ingreso: libre.
- Acceso: desvío a los caseríos Burlan y Miraflores. La laguna se encuentra a 2 km de la IIRSA Norte y a 20 km de Bagua Grande.
- Ubicación: Bagua Grande. Kilómetro 234 de la IIRSA Norte.
- Servicios de alojamiento: no.
- Servicios de alimentación: avisando con tiempo (T. Alcides Chacón: 974479624).
- Departamento: Amazonas.
LOS BOLICHES, RELATOS EN PIEDRA
La palabra tinku significa encuentro y designa, por ejemplo, el lugar donde confluyen dos ríos o dos caminos. Desde las épocas más antiguas, los ancestros peruanos han otorgado a estos espacios un carácter sagrado y de culto que se ha plasmado en creaciones artísticas de diverso tipo, desde construcciones megalíticas hasta anónimos dibujos en rocas graníticas, como es el caso de Los Boliches.
Estos petroglifos forman parte de la enorme riqueza de expresiones rupestres que posee Perú: pinturas realizadas con tintes minerales, geoglifos o los enormes diseños que cubren las pampas que hay en Nasca, Oyotún o Arequipa, y los propios petroglifos, o dibujos realizados en roca. Nuestro país ocupa el puesto 15 a nivel mundial en este tipo de expresiones artísticas que cubren un amplio abanico de tiempo, desde hace más de 9 mil años hasta la época inca. Es la manifestación del alma humana de trascender la propia vida y dejar una huella bella y perdurable.
A los petroglifos Los Boliches, reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación, se puede acceder caminando o en auto desde el punto en que la quebrada del mismo nombre se une con el río Olmos, muy cerca de la IIRSA Norte. Un paraje de espinos, matorrales y algarrobos, -en el que es frecuente ver rebaños de cabras pastar con la cordillera andina delineando el horizonte-, abriga unas 150 rocas cubiertas de dibujos y diseños. Se pueden observar personas, cruces, círculos y espirales, animales como serpientes, cóndores, aves y felinos, flechas, diseños que recuerdan a Chavín, siluetas diversas y abstractas y, por desgracia, las marcas de martillos, cinceles y nombres de personas que han visitado este sitio arqueológico.
Ficha técnica
- Señalización: no.
- Acceso: seguir la quebrada Los Boliches. Los petroglifos se encuentran a 500 mts de la carretera.
- Ubicación: Olmos. Kilómetro 5 de la IIRSA Norte.
- Departamento: Lambayeque.
Más información. Asociación Peruana de Arte Rupestre (http:/sites.google.com/sites.aparperu/home)
JUAN ISUIZA, EL HOMBRE QUE DIO VIDA A LA MARAVILLOSA TINGANA
Juan Isuiza no puede estar quieto. Es de esos hombres hiperactivos que siempre tienen algo que hacer y tiene que hacerlo bien porque sabe que de él depende que la zona de la selva donde ha elegido vivir permanezca como hasta ahora: en armonía.
Nació en Moyobamba hace 60 años, que no aparenta, pasó parte de su vida en la ciudad pero luego se trasladó a Tingana, la reserva a donde su abuelo llegó en 1930, convirtiéndose en uno de los primeros colonos en poblar el lugar. Allí su familia se dedica a la agricultura y también, desde hace unos años, al turismo vivencial.
La Reserva Natural de Tingana se encuentra a dos horas de Moyobamba, en una ruta que incluye la carretera IIRSA Norte y el rio Mayo, hasta llegar al rio Avisado. El recorrido nos permite ver paisajes donde prima el verde de los árboles y el naranja de los reflejos que deja el sol sobre el agua. Conforme nos acercamos al albergue empezamos a percibir sonidos distintos, sonidos que nos ubican en el centro de la naturaleza: definitivamente es arribar a otra realidad.
La reserva debe su nombre a la cantidad de choloques que hay en la zona; el choloque es un tipo de árbol que tiene como fruto unas bolas negras, muy duras, no comestibles, con las que los niños juegan a “tingar” las bolitas. Es a partir de este juego, que se tomó la costumbre de llamar a la zona: Tingana.
En el 2003, Juan y su familia tenían ya establecido que se dedicarían a la agricultura, pero también sabían que, tal vez involuntariamente, eran los guardianes de este lugar de increíble belleza. Cuna de aguajales y renacales, dos especies de árboles selváticos propios de la zona, que sirven de morada para gran cantidad de especies de monos, aves e insectos de toda clase.
Cuidar este lugar era bueno, pero ¿por qué no compartirlo? ¿por qué no permitir que otras personas tengan el acceso y las facilidades para conocer toda esta belleza particular?
Comenzaron a investigar y capacitarse. Ellos no sabían cómo gestionar una empresa turística, no sabían de control de calidad, ni de visión empresarial, etc. pero debían aprender si querían atraer a muchas personas sin perjudicar el ambiente que les rodea. Además, el momento comenzó a ser ideal a partir del 2005, cuando la carretera Fernando Belaunde Terry fue concesionada, por lo que era inminente la llegada de gran cantidad de turistas procedentes de todo el norte del país, interesados en conocer la selva.
Lo primero en nacer fue la Asociación de Conservación del Aguajal Renacal (ADECAR), 7 familias unidas para desarrollar ecoturismo como una actividad de promoción de la reserva a través de la participación activa de la comunidad local. Al principio se trataba solo de paseos, para lo cual los visitantes debían llegar por la carretera hasta la Boca del rio Huascayacu, y de allí, en bote a motor una hora por el rio Mayo, y el rio Avisado, que es donde se inicia el recorrido.
Al igual que Juan, los miembros de la comunidad saben que en este punto hay que cambiar el bote a motor por una lancha de remos, para evitar el ruido que asusta a los animales del bosque.
La conservación de la reserva es la prioridad para los asociados, quienes posteriormente construyeron también unas cabañas para aquellas personas que deseen tener una aventura más allá de un simple paseo. Las cabañas han sido concebidas y construidas respetando el ecosistema que les rodea, en época de lluvias el agua del rio puede elevarse hasta 3 metros por encima de lo habitual por lo que todas las edificaciones están hechas sobre pilotes que evitan inundaciones en el área. La reserva está aislada, no hay señal de internet ni televisión, solamente hay acceso a una línea de teléfono satelital, que funciona con baterías solares. Todo esto permite que el visitante se desconecte de la vida cotidiana y disfrute de las maravillas de la naturaleza.
Juan conoce toda la zona como la palma de su mano. Lleva a sus visitantes con paciencia, hablando por medio de señas, pues sabe que al menor ruido extraño, los animales huirán y no nos permitirán verlos. Es gracias a esa paciencia que ante los ojos de su audiencia llegan monos de distinta clase, serpientes, aves e insectos de distintos tipos.
Ahora la vida de los Isuiza ha cambiado, tienen una pequeña empresa turística que manejan priorizando el cuidado del medio ambiente, sin duda un ejemplo de cómo una comunidad puede aprovechar la naturaleza, sin perjudicarla, y ver cómo la naturaleza generosa, retribuye ese cuidado mostrando toda su belleza a los visitantes.