Ojo que acecha en la lejanía: El templo de Narihualá
Muy cerca de Piura se encuentra el centro político y administrativo de la cultura Tallán, que pobló ese territorio entre el 400 y el 1470 d. de C. Su nombre, Narihualá, designa al personaje más importante del mito fundacional de ese período histórico: Ñari Wallac, términos que en castellano significan ojo que acecha en la lejanía. La cultura Tallán nace del encuentro, supuestamente violento y traumático, entre los moches provenientes de Lambayeque, y los vicús asentados en el territorio piurano.
El conjunto arqueológico está formado por diferentes promontorios, entre los que destaca la huaca principal de más de 40 metros de altura y que es el sitio que se visita. En su parte más alta se alza la iglesia Inmaculada Concepción construida a fines del siglo XX, y en la entrada a la huaca hay un museo de sitio donde se exhiben los restos encontrados en el templo, fotografías antiguas de las localidades colindantes, y diversos utensilios con los que se explican los quehaceres de esas poblaciones.
A lo largo de su historia, Piura ha sido fundamental en, entre otras cosas, el comercio de conchas Spondyllus. La importancia de estos moluscos fue enorme desde épocas muy tempranas en costa, sierra y selva. Se utilizaban como abalorios y ornamentos para las clases dirigentes, y como ofrendas, costumbre que llega hasta hoy como puede apreciarse en las mesas de los curanderos donde no suele faltar Spondyllus. Su importancia fue tal que los lambayeques llegaron a acuñar una moneda en bronce, los naipes, para intercambiarlas por las conchas y piedras semipreciosas originarias del norte del Perú y el sur de Ecuador. Estos movimientos culturales y de intercambio, favorecieron la aplicación de la frontera agrícola piurana, el desarrollo de obras de regadío y la construcción de templos como Narihualá, que está formado de pasillos, terrazas y habitaciones construidas en barro. Muy cerca de este sitio arqueológico se encuentra Catacaos, considerada la capital artesana del departamento y lugar donde se encuentran distintos restaurantes de excelente comida regional.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Piura.
- Acceso: desde la ciudad de Piura son 14 kilómetros a Catacaos. Desde este sitio se sigue una carretera que, dos kilómetros después, nos deja en el templo arqueológicos.
- Altitud: 30 metros.
- Tiempo recomendado: 3 horas.
- Alojamiento: sí (en Catacaos y Piura).
- Alimentación: sí (en Catacaos y Piura).
- Guiado: sí (guías de sitio, pobladores locales). A voluntad.
- Ingreso: 2 soles general y 1 sol reducida.
- Horario: de lunes a domingo de 8 am a 4 pm.
- Mejor época de visita: todo el año.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Ropa cómoda para caminar.
- Lentes de sol.
- Bloqueador.
- Agua y snack.
- Tips:
- Catacaos es uno de los centros artesanos más importantes de Piura. Se especializan en sombreros, trabajos realizados con soga de toquilla y madera de sapote.
- En Catacaos también destaca su iglesia San Juan Bautista, ubicada en la plaza principal.
Cumbemayo: El magnífico bosque de rocas
Los farallones configuran el enorme espacio de ichu, praderas y campos de cultivo que forman el bosque de rocas de Cumbemayo. Parecen frailes en procesión, de ahí el nombre como se les conoce: los frailones. Además de ser uno de los sitios más bellos y visitados en torno a la ciudad de Cajamarca, conserva varias expresiones arqueológicas de gran importancia, que pertenecen al período Formativo, es decir, tienen una antigüedad de más de tres mil años, como varios de los sitios clave para comprender la historia cultural del departamento: Kuntur Wasi, Huacaloma, Pacopampa, etc.
La belleza paisajística que forman los cerros de piedra abriga cuevas donde hay petroglifos. Lo más destacado es, sin duda, el canal tallado en la roca, que tiene una longitud de unos 10 kilómetros y donde también se han encontrado petroglifos. Este canal conduce agua de diferentes quebradas que llegan al bosque hasta unos reservorios que existen en el cerro Santa Apolonia, junto a la ciudad. Roger Ravines, uno de los grandes estudiosos de las culturas que habitaron Cajamarca, propone que esos canales serían más de culto al agua, como ocurre en Saywite (Apurímac) o en Quenqo y Tipón (Cusco), que por necesidad real de ese recurso. Lo cierto es que en su construcción se contemplan diferentes ángulos rectos y zigzag que permitían una circulación suave del agua y un control de la velocidad de descenso.
En el bosque te puedes encontrar con rebaños de oveja, familias de agricultores que labran su tierra o tejen en sus telares, se pueden hacer caminatas suaves y observar distintas especies de aves. Es una excelente paseo que no puede faltar en la visita a Cajamarca.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Cajamarca.
- Acceso: desde la ciudad son unos 20 kilómetros (25 minutos) hasta el bosque de rocas.
- Altitud: 3,580 metros.
- Tiempo recomendado: 3 horas.
- Alojamiento: sí (en Cajamarca).
- Alimentación: sí (en Cajamarca).
- Guiado: no.
- Ingreso: 5 soles general y 2.5 soles reducida.
- Horario: de lunes a domingo de 9 am a 5 pm.
- Mejor época de visita: todo el año.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Ropa cómoda para caminar.
- Lentes de sol.
- Bloqueador.
- Agua y snack.
- Tips:
- Hay un museo de sitio donde se pueden apreciar diferentes restos encontrados en el lugar.
- En ruta hacia Cumbemayo, cerca de la ciudad, se encuentra los sitios Huacaloma y Layzón que pertenecen al período Formativo.
Ruta Viva, Arquelogía, una nueva forma de conocer la historia del norte del Perú
ARQUEOLOGÍA, el tercer tomo del proyecto editorial RUTA VIVA, es una realidad que nos permitirá conocer, de manera única y diferente, expresiones de nuestra historia y cultura muy poco exploradas, presentes a lo largo de las 6 regiones que recorre la Carretera IIRSA Norte, desde Piura hasta Loreto.
El libro, que lleva el prólogo del reconocido historiador Federico Kauffmann Doig, fue presentado en el Museo de Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, ante distintas personalidades interesadas en la conservación y difusión del patrimonio cultural de nuestro país.
Heinz Plenge, autor de las fotografías del libro, e Iñigo Maneiro, a cargo de los textos y la edición resaltaron que Arqueología nos lleva a un viaje en el que no solo se hace una lista de la riqueza arqueológica, sino que “nos envuelve en un recorrido geográfico que nos permitirá entender muchas de las características que actualmente nos rodean. El ser humano deja huellas, transforma el medio, crea nuevos paisajes y diversidad ecológica y en este recorrido podemos comprobar y conociendo a nuestros antepasados podemos aprender la sana convivencia que tenían con el medio ambiente”. Ambos recordaron que a lo largo de la ruta podemos apreciar cambios de paisaje, atravesando costa, sierra y selva, donde las condiciones climáticas hacen que cada lugar tenga características diferentes, que retaron a nuestros antepasados a adaptarse a los sitios que poco a poco iban ocupando.
Jannet Benavides, en representación de la Carretera IIRSA Norte, resaltó que para la empresa es importante contribuir al intercambio comercial, a la integración de pueblos, personas, y también permitir que conozcamos la riqueza cultural y natural de las regiones del norte peruano, para valorarlo y cuidarlo.
RUTA VIVA es el proyecto editorial a través del cual la Concesionaria IIRSA Norte busca difundir y acercar los encantos del norte peruano al mundo y se complementa con los anteriores: Culturas Vivas, dedicado a las personas, y Naturaleza, dedicado a la flora y fauna de las 6 regiones que recorre la carretera IIRSA Norte.
Reinos de las montañas: La ciudadela de Kuélap
Kuélap se ubica en el extremo de la cima de La Barreta. Mide 600 metros de largo y acoge a más de 500 construcciones, la mayoría casas de piedra circulares, con techos de ichu y los característicos frisos de esta cultura. Hay dos sectores conocidos como Pueblo Viejo y Pueblo Bajo, rodeados por un muro que alcanza los 20 metros de alto. Esta fue la razón por la que se consideró que se trataba de una fortaleza militar, pero los arqueólogos descubrieron que el muro tiene diferentes fases de construcción y que no fue diseñado para la guerra. Parece que era un centro para encuentros ceremoniales y festivos de los distintos grupos que formaron la cultura Chachapoya.
Para acceder hay que atravesar senderos estrechos rodeados de rocas y paredes de piedra que los arqueólogos interpretan como vaginas simbólicas por las que se transitaba del interior (la ciudadela, el cuerpo femenino) y el exterior (el nacimiento al mundo). En la parte suroeste de la ciudadela se encuentra la estructura conocida, por su forma, como Tintero. Tiene un diámetro de 13.5 metros y una altura de 5.5 metros en forma de cono trunco invertido, era el Templo Mayor de la ciudadela y en su interior se encontraron vestigios arqueológicos ceremoniales. En la parte central tiene un orificio que conduce a un espacio interior en forma circular y de botella, y que sirvió como osario.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Chachapoyas.
- Acceso: desde Chachapoyas se toma la carretera hacia Leymebamba. El desvío a Kuélap está a 32 kilómetros desde la ciudad. En este punto se sigue un camino afirmado que tras un recorrido de 40 kilómetros nos deja en el estacionamiento y la boletería. Otra forma es tomar el teleférico en Tingo (ubicado a cuatro kilómetros del desvío). El viaje de esta manera se realiza en 20 minutos. Desde el estacionamiento y la boletería hay 2.5 km de camino hasta Kuélap.
- Altitud: 3,000 metros.
- Tiempo recomendado: día completo (medio día viajando en teleférico).
- Alojamiento: sí (en las comunidades).
- Alimentación: sí (en las comunidades entre Tingo y el sitio arqueológico).
- Guiado: no.
- Ingreso: 15 soles adultos; 8 soles estudiantes, profesores y jubilados; 2 soles niños.
- Horario: de 8 am a 3 pm.
- Mejor época de visita: de mayo a noviembre.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Lentes de sol.
- Bloqueador.
- Agua y snack.
- Tips:
- A 2.5 km del cruce a Tingo y Kuélap se encuentra el puente de calicanto de Tingo Viejo. Junto a él se ubica el acceso para los que deseen hacer la ruta a pie hasta el sitio arqueológico (unas cuatro horas).
- En Tingo, Choctámal, María y Kuelap hay propuestas familiares para alojarse y almorzar.
- Hay vuelos en avioneta por 60 soles entre Tarapoto y Chachapoyas (20 minutos).
- Otros aeropuertos son: Jaén (a tres horas de distancia), Chiclayo (a siete horas) y Tarapoto (a ocho horas)
Playa de viento, reyes y sol: La playa Lobitos
Sin saber nada de historia, el viajero que llega a Lobitos se da cuenta de manera inmediata que esta playa ha tenido una larga e intensa trayectoria. Los historiadores creen que hace unos 800 años ya existían campamentos de la cultura Tallán y que Pizarro entró por Punta Yapato, una de las playas que forman Lobitos. Su nombre proviene de las poblaciones de lobos de mar que habitaban sus bahías y acantilados, y desde el siglo XIX ya se registraba actividad pesquera en sus frías aguas, puesto que todavía se ve afectada por la corriente de Humboldt que proviene del sur. A principios del siglo XX comienza la actividad petrolera en los alrededores que significó un importante cambio para el lugar: se levantaron casas, almacenes, muelles, iglesias, cines, clubes y casinos, que dieron una imagen victoriana y sofisticada a una de las playas más famosas de Piura, hasta el punto que la reina Isabel II de Inglaterra la visitó con su séquito. A mediados del siglo XX pasa a propiedad del ejército peruano en el contexto de la guerra contra Ecuador, de entonces quedan un batallón junto a la playa Piscina, un lugar al que se puede entrar con autorización para disfrutar de las olas y las piscinas naturales que el mar forma con las rocas.
De entonces quedan las casonas que son características del sitio, muchas de ellas ocupadas por surfistas, restaurantes, hoteles o simples viviendas de amantes de la naturaleza y el aire libre. Hoy es uno de los destinos más importantes para el surf gracias al sol y a sus olas izquierdas de hasta tres metros, como El Hueco o Panic Point, y el viento constante ideal para el windsurf o el kitesurf. Lobitos se encuentra rodeado de desierto y de bosque seco ecuatorial, por lo que es normal ver espinos, algarrobos, faiques y palos santo. Junto a la playa se encuentran también extrañas formaciones rocosas que toman formas caprichosas, en ocasiones con dibujos de círculos, caras o corazones, como este con el que nos despedimos del año, y compartimos los mejores deseos y viajes para el nuevo 2017. Felicidades.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Piura.
- Acceso: Piura se encuentra en el kilómetro 0 de la IIRSA Norte. Desde esta ciudad se sigue la Panamericana Norte durante 130 kilómetros más hasta el desvío a la playa.
- Altitud: 25 metros.
- Tiempo recomendado: día completo (recomendable quedarse a acampar).
- Alojamiento: sí.
- Alimentación: sí.
- Guiado: no.
- Ingreso: libre.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Lentes de sol.
- Ropa de baño.
- Bloqueador.
- Agua y snack.
- Tips:
- Lobitos se encuentra entre Talara (17 km al sur) y Máncora (70 kilómetros al norte).
- Muchas de las casas se alquilan a precios muy cómodos.
- Hay vuelos a Talara desde donde salen automóviles colectivos (3 soles), bus (10 soles) y mototaxis (30 soles) que llegan a Lobitos. Transporte privado: en torno a los 200 soles.
- Más info: www.lobitosinfo.com
Pirámides en el desierto: El Santuario Histórico Bosque de Pómac
Entre el Pacífico lambayecano y la cordillera andina, hay una enorme extensión formada de desierto, caseríos y ciudades, y algarrobos. En ella se alzan unas 250 pirámides de diferentes épocas de la historia, constituyendo una de las mayores concentraciones de estas construcciones que hay en el planeta. Una parte muy significativa de esa superficie, el equivalente a unos seis mil campos de fútbol profesionales, forman desde el 2001 el Santuario Histórico Bosque de Pómac, un tipo de área natural protegida que cuida las particulares riquezas culturales y ambientales que posee ese territorio.
Este Bosque, por ejemplo, resguarda la mayor y más densa formación de algarrobos del mundo, el árbol más característico de este ecosistema junto al sapote, el faique y el angolo. También más de 90 especies de aves de las que 16 son endémicas, es decir, viven exclusivamente en este sitio. Además hay 36 pirámides o huacas de adobe: la de Batán Grande fue la primera capital de la cultura Sicán o Lambayeque, que fueron expertos ingenieros hidráulicos, comerciantes y orfebres del oro. En la huaca El Oro se descubrió en 1995 a uno de los máximos dignatarios de esa cultura, estudiada por Carlos Elera y que permaneció entre los siglos VIII y XII d. C.: el Señor de Sicán. Desde las partes altas de los cerros y las huacas, se puede observar el río La Leche, la cordillera andina donde se encuentra la reserva de Chaparrí y los bosques de Inkawasi y Laquipampa, y los sitios donde las antiguas culturas lambayecanas extraían el oro y el cobre.
En el interior del Bosque hay algunas comunidades de campesinos que viven de los recursos que posee. Se conectan por pistas de tierra por donde pasan los escasos automóviles que lo circulan, y con ellas se llega a las diferentes huacas. En varios sitios de esta área protegida, hay zonas de campamento en los que se puede disfrutar de las hermosas noches, normalmente estrelladas, y de amaneceres y atardeceres de bellísimos colores que son, además, los mejores momentos para observar las aves.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: (Pítipo) Ferreñafe. Lambayeque.
- Acceso: a la altura del kilómetro 32 de la IIRSA Norte (tramo Chiclayo – Olmos). En ese punto se llega al centro de interpretación y a la entrada al Santuario.
- Altitud: entre 0 y 400 metros.
- Duración de la experiencia: día completo (recomendable quedarse a acampar).
- Alojamiento: no.
- Alimentación: sí.
- Guiado: no.
- Ingreso: Adultos: 10 soles. Menores de 16 años: 3 soles.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Lentes de sol.
- Binoculares.
- Bloqueador.
- Repelente.
- Ropa cómoda.
- Agua y snack.
- Tips:
- Visitar la comunidad Zapamé junto al cerro del mismo nombre, y solicitar almuerzo a alguna de las familias.
- Ir al centro apícola Karl Weiss a adquirir productos de la colmena.
- En el Bosque se encuentra el Mirador Las Salinas desde el que se observa toda su extensión y las pirámides que en él se encuentran.
- Más info:
- www.sernanp.gob.pe
- SERNANP. Plan Maestro Santuario Histórico Bosque de Pómac 2011 – 2016. Lima, 2011.
La ciudad de los tres climas Lamas, una ciudad quechua en la selva
Durante el siglo XVI, los misioneros jesuitas principalmente, introdujeron en la Amazonía el quechua como lingua franca o idioma común frente a tanta diversidad lingüística. El quechua se utilizaba así como vehículo de comunicación. Consecuencia de ello fue la incorporación de muchos de sus términos en los idiomas amazónicos, como se escucha entre los Jíbaros, la asimilación de varios grupos autóctonos, y la formación de un pueblo indígena selvático denominado Kichwa, que se comunica con ese idioma. Este grupo se encuentra distribuido en grupos menores en Madre de Dios, Loreto y San Martín. En este último departamento destacan los kichwa lamistas.
Todas las tardes, en torno a los cafés y heladerías que se encuentran en la plaza principal, se concentra la juventud de Lamas. Este carácter joven y vital acompaña a la personalidad del sitio, uno de los más antiguos del oriente peruano. Lamas fue fundada por Martín de la Riva en 1656 como una reducción para esos grupos autóctonos que vivían en esta parte del departamento: Tabalosos, Munichis o Amasifuen, entre otros. Se la conoce como la ciudad de los tres pisos ecológicos, designación dada por el viajero italiano Antonio Raimondi: la localidad se encuentra en una colina que favorece climas tropicales, de ceja de selva y de sierra, según la altitud en que uno se encuentre.
Los lamistas conservan el idioma quechua, una vestimenta heredada en parte de los conquistadores, y muchas de sus costumbres en su relación con la naturaleza. Viven en el barrio Wayku donde ofrecen artesanía y celebran sus fiestas. Además de ese barrio, en Lamas destaca el Museo Chanka donde se puede saber más de la selva y las costumbres nativas, y el estrafalario castillo construido por un italiano residente en Tarapoto y que se impone en la localidad. A 12 kilómetros, en un trayecto en el que es necesario preguntar, se ubica el sitio arqueológico Pamashto, uno de los escasos vestigios que quedan de la cultura Chanca que llegó al lugar escapando de los Incas.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Tarapoto. San Martín.
- Acceso: a la altura del kilómetro 595 de la IIRSA Norte se toma el desvío a Lamas (10 kilómetros más).
- Altitud: entre 300 y 1,000 metros.
- Duración de la experiencia: medio día.
- Alojamiento: sí.
- Alimentación: sí.
- Guiado: no.
- Ingreso:
- Museo Chanka: 2.5 soles. Más información en Facebook.
- Castillo de Lamas: 10 soles.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Bloqueador.
- Ropa cómoda.
- Tips:
- Probar los helados de la heladería ubicada en la plaza de armas.
- Comprar las características galletas de Lamas.
Ahushiyacu: La catarata más bella de San Martín
Es uno de los atractivos más visitados de Tarapoto y lugar de encuentro, sobre todo los fines de semana, de jóvenes y familias. La presencia humana no evita el encanto del sitio, formado por un abrigo cubierto de vegetación y atravesado por una catarata de más de 40 metros de alto. Cuando está con su mayor volumen de agua, la nube de rocío que se forma al caer cubre la poza de 15 metros que se encuentra más abajo, llenando de frescura el bosque.
Siempre es preferible visitarla en los momentos de menor afluencia de gente, de esta manera hay más probabilidad de ver colibríes y mariposas volar entre las orquídeas y los helechos. La poza invita al baño, y el salto de agua, en los meses más secos (de junio a noviembre), en los que la fuerza y volumen de caía es menor, a recibir un excelente y tonificante masaje. Forma parte de la zona de amortiguamiento del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera, cuyos últimos contrafuertes atravesamos en el viaje hacia Yurimaguas. Es un sitio ideal para ir con niños.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Tarapoto. San Martín.
- Acceso: desde Tarapoto (altura km 580) se sigue la IIRSA Norte hacia Yurimaguas. En el kilómetro 594 se encuentra el pequeño estacionamiento que da acceso a la catarata. Se llega a Ahuashiyacu tras recorrer 300 metros.
- Altitud: 370 msnm.
- Duración de la experiencia: medio día.
- Alojamiento: no.
- Alimentación: no.
- Guiado: no.
- Ingreso: 6 soles.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Bloqueador
- Agua y snack.
- Zapatillas de agua.
- Ropa de baño.
- Tip: se puede tomar una mototaxi para ir. El precio ronda los 50 soles.
Difuntos que vuelan en las montañas: Los sarcófagos de Karajía
Los muertos están dentro de cápsulas hechas en barro donde sobresalen caras de tamaño desproporcionado que suelen estar cubiertas de pintura. Se encuentran ubicados en paredes verticales junto a precipicios insondables e inaccesibles. Esto último no se hacía para cuidarlos de saqueadores y huaqueros, sino para que reciban las fresca brisa del viento.
El deseo último de la cultura Chachapoyas para con sus muertos fue la conservación. Parece ser que accedían a estos sitios imposibles de varias maneras: construyendo estructuras a modo de andamios, descolgándose de sogas desde las partes más altas y, como han descubierto recientemente los arqueólogos, creando caminos empotrados en las montañas hasta llegar al lugar elegido para ubicar los sarcófagos que protegen a sus difuntos. No se sabe bien porqué, pero solo se encuentran sarcófagos en la margen izquierda del río Utcubamba y siempre puestos verticalmente. Destacan los que se observan en San Jerónimo y, sobre todo, los de Karajía, los mejor conservados y los más visitados, a los que se accede tras recorrer un bello camino que pasa junto a chacras y casas de campesinos.
Se construían con arcilla, ripio y paja, y tenían alturas que iban de los 60 cm a los 2.5 metros. Dentro solo iba un cuerpo perfectamente cubierto de telas, y acompañado de algunas vasijas, herramientas o alimentos. Todos miran hacia el este y el sitio donde se les ha situado, como también ocurre con los mausoleos, –otras manera de conservar los cuerpos– ha sido especialmente preparado. En ocasiones, las caras de los sarcófagos, conservan una cabeza de menor tamaño que era construida en barro o que podía ser natural, en este caso, el paso del tiempo hizo que solo se conservase el cráneo de la misma.
Los sarcófagos, que también están presentes en otras culturas del mundo, son una manera de intensificar el carácter humano del difunto y el deseo de su permanencia más allá de la muerte. Su ubicación, como decíamos más arriba, estaba muy calculada. Nunca les alcanza la lluvia y, más bien, la cortina de agua que se forma cuando llueve crea unas corrientes de aire que mantienen a todo el conjunto fresco, ayudando a la momificación y la conservación. Además, los rayos del sol tampoco inciden directamente, evitando cuarteamientos de la madera y el barro.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Luya. Amazonas.
- Acceso: En Pedro Ruiz (km 295 de la IIRSA Norte) se toma el desvío a Chachapoyas. Desde esta ciudad seguimos a Caclic (90 minutos en auto), después a Luya (otros 45 minutos) y de ahí a San Miguel de Cruzpata (unos 90 minutos). Desde este punto comienza una caminata suave de unos 50 minutos para llegar a los sarcófagos.
- Altitud: 2,600 msnm.
- Duración de la experiencia: día completo.
- Servicios de alojamiento: no.
- Servicios de alimentación: no.
- Servicios de guiado: sí (en Cruzpata se puede hablar con algún lugareño).
- Ingreso: libre.
- ¿Qué llevar?
- Gorra.
- Bloqueador
- Agua y snack.
- Binoculares.
- Tip: en Cruzpata es posible alquiler caballos para hacer la caminata.
Destinos campestres de Piura: Canchaque
La sierra piurana tiene mucho de tropical. Su exuberancia vegetal, la baja altitud de la cordillera, que permite el tránsito de especies de animales y de plantas entre ambas vertientes, y el calor lo permiten. Canchaque es la mejor muestra de ello. Este lugar, creado hace 112 años cuando varias familias llegaron al sitio buscando terrenos para cultivar, se encuentra rodeado de bosque donde nace una gran variedad de cultivos. Entre ellos destaca el excelente café que se produce en las laderas cercanas a la localidad. El café se puede degustar y comprar en los pequeños restaurantes que están en la plaza principal, que es, también, el sitio donde gira la vida de este pueblo.
encuentran los principales atractivos por los que los piuranos y los vecinos de las localidades cercanas llegan los fines de semanas. Desde el mirador del cerro Huayanay, ubicado a 10 minutos en automóvil, se obtienen maravillosas vistas de Canchaque, los bosques y la cordillera andina. En él se encuentra una pequeña capilla que conserva la Santísima Cruz de Huayanay, que con 200 kilogramos de peso cuenta con gran devoción por la gente de los alrededores.
Destaca, por ejemplo, el puente colgante que cruza la quebrada Limón y que une el centro con el barrio La Esperanza. Desde este lugar continua un camino que nos lleva hasta los Peroles de Mishahuaca, el principal atractivo de Canchaque. Se encuentran a 8 kilómetros en automóvil y consisten en unas formaciones geológicas provocadas por la erosión del agua que forma piscinas naturales, los perones, ideales para bañarse en los cálidos días piuranos. Antes de llegar, se pasa por los viveros municipales donde se puede conocer la flora característica de la sierra de Piura.
A 10 minutos de la plaza, en dirección a Palambla, se ubican los petroglifos La Paqcha, un conjunto de rocas, distribuidas en varias chacras de plátano y cacao, que se visten de hermosos diseños geométricos. Aunque poco estudiados, los especialistas calculan que tienen varios miles de años de antigüedad.
Ficha técnica
- Señalización: sí.
- Ubicación: Piura. Kilómetro 80 de la IIRSA Norte.
- Altitud: 1,189 msnm.
- Acceso: Canchaque se encuentra a 174 km de Piura (unas 2 horas de viaje). Se toma la IIRSA Norte hasta el Empalme 1B (km 80 de la IIRSA Norte) que nos lleva a Huancabamba. A partir de ese desvío entramos en la concesión Canchaque.
- Duración de la experiencia: día completo.
- Servicios de alojamiento: sí.
- Servicios de alimentación: sí.
- Servicios de guiado: sí.
- Ingreso:
- Peroles de Mishahuaca: 2 soles adultos y 1 sol niños.
- Petroglifos de La Paqcha: voluntad.
- ¿Qué llevar?
- Ropa de baño.
- Bloqueador
- Repelente.
- Tip:
- En la plaza principal hay una oficina de información turística con datos de los alrededores. En este lugar se puede conseguir un guía.
- A 40 km (1.5 horas) se encuentra el sitio arqueológico Templo de los Jaguares.
- A 80 km de Canchaque se encuentra Huancabamba.
- Más información: Concesión Canchaque www.concesioncanchaque.pe